Suecia, 4 de septiembre de 2024.- Volvo Cars, el OEM sueco de automóviles, ha dado un giro en su estrategia de electrificación. Este miércoles, la empresa anunció que no alcanzará su objetivo de ser un fabricante totalmente eléctrico para 2030, sino que mantendrá en su lÃnea algunos modelos hÃbridos. Esta decisión se produce en un contexto donde la demanda de vehÃculos eléctricos ha mostrado signos de desaceleración, debido en parte a la falta de modelos asequibles y al lento despliegue de puntos de carga.
Volvo habÃa prometido eliminar gradualmente los vehÃculos de combustión interna para 2030, una medida que fue aclamada como un avance hacia un futuro más sostenible y alineado con los esfuerzos globales para reducir las emisiones de carbono. Sin embargo, la compañÃa ahora estima que entre el 90% y el 100% de sus ventas para 2030 serán modelos totalmente eléctricos o hÃbridos enchufables, dejando un margen de hasta el 10% para los hÃbridos suaves, en caso de ser necesario. Esta revisión de objetivos coloca a Volvo en lÃnea con otros fabricantes como Volkswagen y Mercedes-Benz, que también han ajustado sus planes de electrificación ante la falta de incentivos y la caÃda en las ventas.
Volvo Cars, propiedad mayoritaria de la china Geely, ha señalado que su cambio de estrategia responde a las condiciones cambiantes del mercado y a las demandas de los clientes. La compañÃa ahora espera que los vehÃculos eléctricos representen entre el 50% y el 60% de sus ventas para 2025, una meta más flexible que su anterior objetivo de tener al menos un 50% de coches totalmente eléctricos para esa fecha. La lenta introducción de infraestructura de carga y las preocupaciones sobre la autonomÃa de los vehÃculos eléctricos han impulsado a los consumidores hacia los hÃbridos, que son a menudo más accesibles y convenientes.
En paralelo, Volvo ha tomado decisiones significativas en su división de vehÃculos pesados. La compañÃa ha seleccionado Ciénega de Flores, en Nuevo León, como sede de su nueva fábrica norteamericana de camiones pesados, con una inversión de 700 millones de dólares. Esta planta, de aproximadamente 160 mil metros cuadrados, producirá vehÃculos de servicio pesado para las marcas Volvo y Mack, con operaciones de ensamblaje y pintura completas. Se espera que la construcción comience pronto y que la planta inicie operaciones en 2026, abasteciendo a Estados Unidos, Canadá, México y otros mercados latinoamericanos.
Por otra parte, en el segmento de vehÃculos ligeros, Volvo reportó un incremento en sus ventas en México. En agosto de 2024, la marca vendió 723 unidades, lo que representa un aumento del 40.4% respecto al mismo mes del año anterior. En el acumulado de enero a agosto, las ventas alcanzaron 4,829 unidades, con un incremento del 46.1% en comparación con el mismo periodo de 2023. Estos resultados reflejan un interés sostenido por los modelos de Volvo.