Cómo saber cuando ya deben cambiarse los amortiguadores
Cómo saber cuando ya deben cambiarse los amortiguadores.Por: Atracción 360. La suspensión fue diseñada para mantener la estabilidad mientras el auto se desplaza, absorber las irregularidades del camino, evitando que las vibraciones mecánicas lleguen hasta el habitáculo, y desde luego mantener las cuatro ruedas pegadas al asfalto para evitar perder tracción y dirección.
Uno de los componentes fundamentales para cumplir con esta misión son los amortiguadores, partes que controlan el movimiento oscilante de los brazos de la suspensión cuando enfrentan algún obstáculo como un bache o reductor de velocidad, entre muchos otros.
Sin embargo, cuando se dañan o su vida útil llegó a su fin, el incremento del rebote de los mencionados brazos de suspensión provocará que el coche se vuelva nervioso e inseguro. Para conocer más del tema, consultamos a José Luis Martínez, ingeniero en sistemas automotrices, quien nos explicó la importancia de verificar que los amortiguadores estén en buen estado. El recuento de los daños
“La mayoría de los amortiguadores son hidráulicos, es decir, que en el interior contienen un fluido con una consistencia similar a la de un aceite y que, dependiendo de su viscosidad, brindarán mayor o menor rigidez en la amortiguación. El daño más común es cuando el fluido se pierde debido a alguna fuga por desgaste o por un fuerte impacto. El esquema de suspensión trabaja para absorber las irregularidades de la superficie, evitando que las ruedas pierdan contacto con el suelo. Si nos desplazamos en un vehículo con amortiguadores muy desgastados, esta función será más complicada y se incrementa la posibilidad de que las ruedas dejen de estar en contacto con el camino debido al rebote excesivo y, como consecuencia, que se pierda con mucha facilidad el control de auto”, comentó el especialista.
A esto se suma el hecho de que los amortiguadores en mal estado desestabilizan la suspensión y provocan que otros componentes y sistemas del auto tengan que trabajar más y en peores condiciones, lo que significa que todo el conjunto va a sufrir situaciones de estrés mecánico, acelerando su desgaste e incluso, pudiendo llegar a romper otras piezas de forma prematura. Por ejemplo, los frenos se usarán de más con amortiguadores en mal estado, mientras que el consumo de combustible podría incrementarse debido a que el motor se somete a una mayor exigencia cuando la suspensión no cumple con su funcionamiento adecuadamente. “Otro de los componentes que se ven afectados cuando existen problemas de mala amortiguación son los neumáticos, pues el movimiento incontrolado del recorrido de la suspensión provocará desgastes excesivos y desiguales en la banda de rodamiento”.
En temas de seguridad, un auto con amortiguadores en mal estado incrementará significativamente la distancia de frenado, mientras que la dirección perderá precisión debido a las oscilaciones excesivas.
También es importante señalar que la carga que los amortiguadores hayan tenido que soportar, como por ejemplo jalar un remolque, exceder el límite de peso que permite el coche o el tipo de superficies por las que normalmente nos desplazamos, como terracerías o caminos maltratados, influyen directamente en la vida útil de los amortiguadores.
“Para detectar de manera sencilla si los amortiguadores están dañados es colocarse en cada una de las esquinas y ejercer presión para que la suspensión baje. Si al hacerlo el coche regresa de inmediato a su posición no hay problemas, pero si existe un rebote de más de dos oscilaciones es muy probable que tengan que ser reemplazados”. |
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03/05/2021
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